jueves, 30 de junio de 2011

ya no puedo prestarte mis alas: las estoy usando

Llévame a ver salir el sol
desde todos los portales de la luna (...)
Y ahora ya no puedo prestarte mis alas (...)
ahora da lo mismo reírse de todo
que llorar por nada.
Llévame a ver salir el sol
cuando enrede los cabellos en tu nuca
llévame al puerto de náufragos
y a los muelles que no escuchan tus preguntas (...)
vuelo equivocado, tu voz es el viento
que rompe las olas
 

Quique González, Rompeolas

Estoy con ganas. No sé exactamente de qué, pero sólo tengo ganas de moverme. De no parar. De ir venir, quedar, salir. Hasta caer rendida en la cama por la noche. Se aproximan mis vacaciones y eso me anima... tengo expectativas que espero que se cumplan. Si no, tampoco pasa nada, me propondré nuevas cosas, y alguna vez las conseguiré. La vida debe ser eso: probar, probar, probar... hasta que suene la flauta. Hasta que sientas que ahora sí, por fin, lo lograste. 

Y después de lograrlo, a por algo más. Piedra a piedra. Así hicieron la muralla china y dicen que se ve desde la luna...

Hasta que sientas que es para siempre. O al menos que estés seguro de QUERER que sea para SIEMPRE.  Otra cosa es que luego lo sea. Pero el tener las cosas claras da tranquilidad. El que los demás las tengan, es problema de ellos. 

Será mi voz. Serán mis ganas. Será mi sonrisa. Será lo que sea, pero se me acercan muchas personas desconocidas. ¿Inspiraré confianza? Será que obviamente no soy tan mala como algunos creen. 

Sí. Será eso. Será que estoy tranquila. Que todo marcha bien. Que ahora espero sin desesperar porque no depende de mí. Y si sale bien, genial, sino también genial. 

Caer, levantarse. 

Es de cajón ¿acaso hay más opciones?

Por eso ahora no puedo prestarle mis alas a nadie: las estoy usando.


 

domingo, 26 de junio de 2011

y comieron perdices

'...para empezar, diré que es el final.
No es un final feliz, tan sólo es un final.
Pero parece ser que ya no hay marcha atrás'
M-Clan, Miedo
Las cosas empiezan. 
Las cosas acaban.
Parece una ley no escrita. 
El tiempo pasa, nos aleja. 
Nos convierte en opuestos. 
Nos hace mirarnos sin reconocernos. 

He madurado. 
Y tú. 
Pero de forma diferente. 
Ni mejor ni peor, sólo diferente.
Y, aunque a nadie le guste reconocerlo: 
las diferencias nos separan.

martes, 21 de junio de 2011

amar o depender

'¿amar o depender?'
Walter Risso

Hay días, en los que el trabajo me agota. No hablo de cansancio físico, sino mental. 
A veces, cuando las personas por las que trabajo no están bien, y deciden 'pagarlo' con quien tienen cerca, los días pueden ser muy largos. 
Como hoy. 
Intentando hablar con sus palabras.

En ocasiones, la solución a sus problemas es para mí es tan obvia, que las zarandearía para que les entrase por la fuerza: ¡Mándalo a la mierda!

¿Es tan difícil de entender?
Para algunas de ellas no es difícil, es imposible. 
Y en esas estamos. 

Porque a veces aunque ellas huyan lejos, 
siguen teniéndolos cerca:
Los llevan dentro, junto al miedo.

Suicidas por vocación.



lunes, 20 de junio de 2011

Bye Bye Ríos!!

"Después de triunfos, fracasos y lucha
quiero seguir cantando en la ducha"
Bye Bye Ríos 
 
El viernes estuve viendo a Miguel Ríos, en su gira de despedida. Al menos de momento, los Rolling siempre están de despedida, pero siempre vuelven... como el rock and roll, que es un boomerang, por eso siempre volverá...
Pese al bochorno, a estar a punto de quedarte pegado al de al lado por el calor... pese al borracho que me tocó al lado que de tantos viajes que echó a la barra al día siguiente imagino que tendría el vago recuerdo de haber estado en un concierto, y de que la cerveza la cobraban como si fuera sangre de unicornio, pero recordaría poco más... Pese a todo...
Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en un concierto. Qué digo bien, me lo pasé ¡genial! Era todo: el sitio, el sonido que era perfecto, estar a apenas 4 metros del artista, viendo cada gesto... Había un ambiente muy cercano entre todos los asistentes, habíamos personas de todas las edades (yo era de los más jóvenes, ejem)  cantando y saltando en una comunión muy chula, cuando le tocó el turno a Santa Lucía, todos cogíamos las manos a todos... y Miguel alargó tanto la suya que casi nos lo llevamos a casa.  Es que tiene una energía muy chula y dan ganas de eso, de llevártelo pa' siempre a casa.
Tuve la suerte de caer tras el fan número 1 de Ríos, que iba solo, y necesitaba dos metros cuadrados para él, para saltar, cantar y fingir tocar la guitarra... Que manera de disfrutar con la música... Que guay. Que forma tan sana de ser feliz.  
A sus 67 años, Miguel tiene una cercanía y una humildad que ya quisieran muchos que se suben a la parra con el primer single que suena en los40. 
Con su Bye Bye Ríos, él calló y los demás hicimos aquello por lo que a él le pagan: cantamos sabiendo que era la última. Bueno, casi, porque al final del concierto, con su emotivo recuerdo para Lorca, y tras pedir solidaridad y justicia ante la que nos está cayendo, el Himno de la Alegría sonó a eso, a himno, a rito sagrado. Y todos nos quedamos con ganas de más. 

Lástima que los momentos geniales duren tan poco...

martes, 14 de junio de 2011

holidays

Odio las cosas que no dependen de mí. 
La incertidumbre. 
Que mi futuro más próximo lo decidan personas que ni me conocen.
Que la verdad sea un secreto. 

 Si tuviese más ganas de irme de vacaciones, explotaría. 




sábado, 4 de junio de 2011

pena de morir

"El poder lo contamina todo, es tóxico. Es posible mantener la pureza de los principios mientras estás alejado del poder. Pero necesitamos llegar al poder para poner en práctica nuestras convicciones. Y ahí la cosa se derrumba, cuando nuestras convicciones se enturbian con la suciedad del poder"
José Saramago

Pronto cumpliré un año de mi vida sin él. 
En estos gloriosos días de levantamiento, de lucha y de esperanza...
Lo echo de menos, porque sé que estaría orgulloso de esta sociedad que no se calla. 
Saramago sería feliz ante este movimiento. 
Sonreiría. Y medio en español medio en portugués, enviaría mensajes de paz, como siempre hizo. 
Saramago.. releo sus palabras cuando hace casi un año de su muerte, y no puedo sino sentir tristeza por llevar un año sin disfrutar de su lucidez. Releo su discurso cuando recibió el Nobel en el 1998. Releo también 'mis pequeñas memorias', pequeñas porque quiso llamarlas así, pero grandes por lo que hacen sentir al lector. Releo lo ya leído porque ya no está, ya no hay nada nuevo que leer... y siempre aprendo algo.

Es raro echar de menos las palabras de alguien a quien no tuve la suerte de conocer.