jueves, 30 de septiembre de 2010

Días tan lentos... no se puede mantener la atención durante tanto tiempo. Es como cuando estaba estudiando, que a última hora mis energías hacían huelga.
En el trabajo pasa igual. Cuando llevas todo el día 'enchufada', a última hora viene el bajón.
Y como no puedo tomar café...
Menos mal que es jueves. Se acaba mi semana laboral. Empieza mi 'semana ociosa', que son tres días. Nada mal.
Cuando se me acabe lo bueno lo pasaré mal.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

preocupaciones...

Me preocupo demasiado. Pero ¿cómo deja uno de preocuparse cuando está preocupado?
Estamos en lo más hondo ¿no?
Ya sólo se puede ir para arriba, porque quedarnos aquí no es una opción.
Vamos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

tengo mil días guardados aquí para esperarte

No tiene sentido desde hace mucho tiempo.
Lo siento, pero es lo que siento.

Confiar... sí, confiar en las personas.
Es mi credo y redención.
Pero a veces la confianza se agota, ya no puedes esperar más un cambio, una mejora, un paso adelante.

Paciencia... tengo mucha. Muchísima.
Pero para tí, quizás no sea suficiente.

También podría decirme que el problema soy yo,
mi incapacidad para entenderte.
Pero no, es más fácil echar la culpa al otro.
Me disfrazo de cinismo y me repito que sí,
que la culpa es tuya.

jueves, 23 de septiembre de 2010

echando de menos y de más

'maldita dulzura la nuestra...' Vetusta morla

Echar de menos... ¿será bueno?

Supongo que lo sería si estuviese pensando en alguien a quien hace tiempo que no veo... pero ¿se puede echar de menos a alguien que ves a diario...?

Sí, sí se puede. Os lo digo yo.

Y supongo que eso es bueno. Lo es porque esa persona está ahí: se puede ver, sentir, oler, tocar... 

Cuando las personas importantes se nos van lejos... ¿se echa de menos de otra forma? ¿Con más nostalgia...?

martes, 21 de septiembre de 2010

los mundos de Yupi

Sé que yo, una colgada al suelo, quizás no sea la persona más indicada para decirlo, pero hay muchas personas que deberían abandonar los mundos de Yupi y mirar un poquito más allá de su nariz.

Esta mañana he asistido a unas Jornadas sobre la mujer inmigrante, y he salido de allí con la sensación de haber perdido unas horas valiosas. No se puede querer cambiar el mundo desde un despacho, mis queridos políticos. Estoy cansada de oiros hablar siempre de estadísticas y de datos que parecen inventados, porque presentan un mundo de color rosa, que no es el color que yo veo a diario en mi trabajo.

¿Por qué no nos preguntais a las personas que trabajamos en ONGs qué hacemos nosotros? Porque desde luego hacemos muchas cosas además de perder el tiempo yendo a escucharos con la ridícula esperanza de que vayáis a hacer algo útil.

Dejadlo, no os esforcéis, que ya lo hacemos nosotros.

Los políticos nunca saben de lo que hablan.

sábado, 18 de septiembre de 2010

me perdí en mi universo

'si tú te vas, y yo también, no quedará nada'
Los Piratas

No me hables del futuro. No quiero planes. No quiero pensar siquiera en la posibilidad de que el futuro no sea como ahora, redondo. No puedo pensar en un mañana sin ti....
Déjame vivir los 'ahoras'. No me hagas pensar, eso se me da bien hacerlo sola.
No me hables del 'y si...'. 
Yo no tengo opciones. Las tuve, y elegí. 
Y ahora no hay más opciones que tú.

jueves, 16 de septiembre de 2010

el dolor se irá cuando te duermas...

'Creo que podría liberar este dolor. Nunca ha estado claro de que estado te lamentas cuando estás así'
Los Piratas, Cuando te duermas

Demasiado paracetamol. Es mi aliado. Lo compro por cartones, como si fuera tabaco.
Me duelen los dientes y el cerebro, hoy ha tocado dentista. 

Mi sonrisa profident se hace de rogar. Pero yo con el mazo dando.
No puedo pensar en otra cosa que no sea en ese dolor. Ni ganas de leer tengo, que ya es decir. 'La montaña mágica' me perdonará hoy por no saludarla.

Menos mal que acabó mi semana.
Me voy a la cama, a las 22.30, como si tuviese dos años en lugar de ese dos con un cinco a la derecha.






miércoles, 15 de septiembre de 2010

batería con cuatro rayas

Septiembre está pasando como una apisonadora. Mitad de mes. Sin embargo, mis vacaciones ya me parecen tan lejanas, pese a que hace quince días deshacía la maleta.

He vuelto con ganas. Pero no me gusta que se me pase el tiempo tan deprisa. Cuando me venga a dar cuenta estaré de nuevo en el trabajo repartiendo las vacaciones de verano con mis compis.
Miércoles, casi fin de semana. Buf, que rápido va todo.

Lo mejor es que falta menos para cobrar.

lunes, 13 de septiembre de 2010

frágiles como corazones de insectos

'no tengo dedos suficientes para contar las penas y alegrías, me hacen falta tus manos. Vente' ElBicho

Me gustan nuestros silencios.
Prefiero no hablar.
Me gusta mirarte.
No preguntes en qué pienso.
Qué miro.

Sólo quiero mirarte a ti.
¿Te vale esa respuesta?

viernes, 10 de septiembre de 2010

afilando lunas

Dicen que somos iguales. Puede ser, pero es evidente que no.

Estoy madurando ideas. Sobre la relatividad de la igualdad, la objetividad, el libre albedrío, la dependencia emocional, las similitudes de nacer o morir... 
Tengo un run run que me gusta. Del que igual sale algo decente. 

Es como cuando intuyes que estás incubando un resfriado, sientes que estás enfermando...
A mí me pasa igual cuando tengo alguna idea borrosa, de la que apenas veo una silueta... Que siento que está ahí, y algún día dará la cara para ser una buena entrada de blog. 

Entrada que, obviamente, no es esta.

martes, 7 de septiembre de 2010

como el universo, antes de estallar

'el sabor de tus labios, ese selecto capricho que sólo yo puedo probar, y a chincharse los demás...'
Para tocar el cielo

Palabras, mis queridas palabras:
Pensaba que érais mis aliadas, que estábais de mi parte.  Pero ahora que os necesito, os escondéis.¿Por qué me cuesta tanto expresar lo que quiero expresar? Todo lo que digo o escribo se malinterpreta. Quizás sea mi culpa, que no sé usaros. Después de casi veinte años, aún tengo que practicar con vosotras. 
Me gusta mimaros alrededor de las ideas, y al final no queda claro de qué estaba hablando. Supongo que divagar está bien si mantienes una conversación, pero por escrito... mejor dejar las cosas claras. 
Palabras, sois de las pocas cosas que han permanecido en mi vida a lo largo del tiempo, vosotras y el regalo de lo que grandes autores os han hecho bailar. 
Ayudadme ¿vale? De un tiempo a esta parte, escribo muchas cosas de etiqueta 'corazón', algunas que no aparecen por aquí, pero todas quedan tan... frías.  Volved a mí, dejadme decir lo que siento sin que quede lugar a dudas. Sed tan claras como un abrazo que de esos que te hacen tiritar. Como un beso de esos que acarician el paladar. Sed tan claras como las miradas que lo dicen todo. Como ese soplo de aire frío en la nuca, ese pánico al recordar que la felicidad no es eterna. 

Quizás os pida mucho. Sí. 

Dejaré de escribir cosas de 'corazón', y las haré.

mundanal ruido

‘pocas personas, demasiada gente’ Fito



Ayer tuve tiempo de pensar. Sí, un hueco en un día que comenzó de noche, cuando muchos se acostaban yo me tenía que levantar.


Por la tarde, necesitaba parar. Me pesaban lo pies. Estaba cansada, mi cuerpo tiene memoria, y aún recuerda las siestas de este verano… así que pasadas las vacaciones me juega una mala pasada y en un horario en el que hace quince días hubiese estado durmiendo, ayer tenía que estar sentada en una cafetería, tomando Coca-cola para espabilarme, en un hueco de horario en el trabajo.


Beber era inercia. La excusa para que me dejasen estar sentada en esos sillones tan cómodos, y no en un parque, con la temperatura que hacía. La televisión era una pamplina, para fingir mirarla atentamente cuando lo que hacía era prestar atención a las conversaciones de mi alrededor: Esas ‘eses’ que suenan tan forzadas en Murcia, tantas frases acabadas en ‘tía’, ‘ya ves’, ‘ya te digo’, ‘te lo juro’. Muletillas que no hacen sino confirmar que nadie escucha a nadie. Decirlas para no tener que elaborar frases sobre lo que nos están contando, porque en verdad no nos importa. Escuchar hablar a estudiantes para darte cuenta de que la única motivación para estudiar lo que estudian es el dinero que (supuestamente) cobrarán cuando trabajen (si es que tienen trabajo al terminar).


Los motivos nos forman. Nos ensalzan o nos envilecen. No es lo mismo hacer algo porque te gusta que porque te obligan. Hacerlo por joder o porque no sabemos hacer otra cosa. Cuestiono todo eso, sí. La gente también me cuestiona a mí. Pero entendedme, prefiero un médico de vocación a uno que estudia por una nómina. Prefiero un abogado preocupado por los derechos civiles que no por formar parte de casos mediáticos con los que saben que pegarán un pelotazo y tendrán publicidad (positiva o negativa) gratuita.


Al final, conseguí lo que se me da mejor: abstraerme. Tras varios minutos de escuchar porque parece inevitable no hacerlo, conseguí desconectar. Alejarme del ruido. Fijé mis ojos en un lugar concreto, y me relajé. Disfruta de la coca-cola, me dije. Lo demás… ya vendrá.
Y es que, quien lo diría teniendo en cuenta a lo que me dedico, cuando quiero se me da muy bien no escuchar.

viernes, 3 de septiembre de 2010

INCAPAZ de demostrarlo

“El arte es inútil, pero el hombre es incapaz de prescindir de lo inútil” Eugenne IONESCO

Ahora todo es antiguo, todo nos parece retro y lo que no nos gusta simplemente lo calificamos como retrógrado, y lo metemos en ese saco en el que almacenamos todo aquello que, por no gustarnos, está contra nosotros.
A la creatividad la miramos por el retrovisor en un mundo que va tan deprisa, que corre tanto, que no le da tiempo a asimilar nada.
Vivimos en un mundo estético, práctico y tecnológico en el que las letras, los colores y los sentimientos ya no son más que un puñado de bits a los que damos forma constantemente en nuestro afán por tenerlo todo gobernado.
Apunto de extinguirse, por su mal uso a la hora de nombrarlas, se encuentran todas aquellas especies tan denostadas por el paso de los siglos. Sí, hablo de “románticos”, “surrealistas”, “realistas mágicos”, “góticos”, “barrocos”… y un sinfín de fauna que no ha hecho otra cosa a lo largo de los siglos que tratar de socializarse. Sin embargo, ahora ya no nos socializamos sólo a través de las letras, los colores, los sentimientos y la creatividad; ahora también entran en juego ese puñado de bits a los que damos forma constantemente en nuestro afán por tenerlo todo controlado.
Se nos educa para la mediocridad; para no saltar más alto de lo que mida el redil; para no volar mucho más allá de lo que se pueda planear; para creer que los sueños son mentira. Se nos educa para no salirnos nunca del montón de lo común y no se nos explica, con suficiente claridad, que en la diferencia radica la riqueza que hace que el ser humano sea extraordinario.
Se nos exige que nos pasemos la vida superándonos y superando al rival, -así como si la vida fuera una guerra constante-, en un campo de batalla en lo que lo único que importa es toda la parafernalia que nos rodea y lo de menos nunca es lo importante.
A lo largo de mi existencia hay una constante vital: “demuestra que eres capaz”. Por primera vez en mi vida siento que soy incapaz; no tengo que convencer a nadie cuando el primer derrotado por mi incapacidad soy yo.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

sin depresión post vacacional

Vuelvo al trabajo. A las reuniones. A los horarios fijos.
Pero no hay depresión. ¿Por qué iba a haberla?
Pilas cargadas para rato.