martes, 31 de agosto de 2010

saber que hay una salida, te ayuda a mantenerte dentro

"Yo duermo bocabajo. Una vieja costumbre. He vivido con demasiadas mujeres desquiciadas. Hay que protegerte las partes"
Bukowski, 'El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco'

Cuando alguien ha leído un cantidad considerable de libros, en ocasiones ya no sabes que te apetece leer. Lees libros y libros, y sólo algunos de ellos consiguen llegarte, enseñarte algo, hacerte pensar. Este verano he leído mucho, aprovechando las vacaciones y que por mi cumpleaños y santo, que vienen en verano, he recibido varios dones en forma de libro.
Es difícil que un libro sea recordado tras el paso del tiempo, la memoria es selectiva. Hay libros que tras el punto final ya he olvidado el argumento. Hay otros que disfruto, sean más o menos edificantes. Por ejemplo, todos los que he leído de Stephen King. Son libros que me gustan, entretenidos, me hacen pasar un buen rato. Igual que con los de Federico Moccia o con la saga Millenium. Libros que me gusta tener a mano, porque hay días en los que, si llego del trabajo demasiado 'cansada de pensar', estos libros son los mejores compañeros, que me sumergen en historias que me abstraen. Me relajan.
En cambio, hay otras épocas en las que prefieres consecuencias tras la lectura: que te remueva, te haga pensar. Te toque donde pocos libros consiguen. Así son los libros de Kafka, los de mi admirado Saramago, (algunos) de Pérez- Reverte. Otros libros para mí imprescindibles, como Un mundo feliz, El mundo de Sofía, El Diario de Ana Frank, El proceso, Farenheit 451, 1984... La Ladrona de Libros, y su narración por la muerte me sorprendió por original y me llegó por ser tristemente real. Nunca des la manos a un pistolero zurdo y El guardián entre el centeno por tener un vocabulario tan directo que se agradece. Y leerlos aunque solo sea por saber el por qué de ese título. Un por qué noble y respetable como en el caso del segundo (no os lo pienso revelar).Ahora estoy con uno de esos escritores que me hacen pensar. Que me tuerce el gesto. Que me hace sonreír. Da igual la vida que lleve, ser un cabrón, si al final eso se olvida y sólo quedan sus palabras. Hablo de Bukowski. Tras FactotumFragmentos de un cuaderno manchado de vino, ahora ha caido entre mis manos El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco, libro que escribió con 71 años, uno antes de morir. Sus visitas diarias al hipódromo y el pensamiento constante en la muerte o el suicidio me regalan reflexiones sobre la vida.


Me encanta una parte en la que, hablando del suidio, lo defiende, diciendo que pensar en ello a las personas les ayuda, porque 'el hecho de saber que hay una salida, les ayuda a mantenerse dentro'

 

miércoles, 25 de agosto de 2010

reventar o no reventar, esa es la cuestión

"Durante mis años formativos en el colchón, me entregué a profundas cavilaciones sobre el problema del insomnio. Al comprender que pronto no quedarían ovejas que contar para todos, intento el experimento de contar porciones de oveja en lugar del animal entero."
Groucho Marx

En ocasiones me canso de tener paciencia. A veces me duele demasiado morderme la lengua. Otras veces callo por no herir, y la que sale herida con el silencio soy yo.
Dejo pasar momentos de réplica, porque no tiene caso. Punto muerto. 
A veces veo y callo. Me preocupo pero sonrío. No estoy de acuerdo pero asiento. 

Muchas veces doy la razón aunque crea que no la tienen. Sólo porque hay personas que no se callan hasta que se la das. Y a mí la verdad me da igual convencer a la gente de lo que pienso, si yo ya estoy convencida. 
Sí, es una máxima mía que llevo casi un año repitiéndome: a veces la verdad es relativa, pero otras veces verdad sólo hay una, y es la mia.

Hay días en los que explotaría. Otros en los que prefiero no decir nada. Quedármelo dentro, aunque un sabio llamado Shrek ha hecho popular eso de que mejor fuera que dentro. Yo prefiero guardar para otro mejor momento, cuando haya madurado la idea, el cabreo, la incomprensión... para intentar hablar tras la reflexión.
También hay otros días en los que no me entiendo ni yo, entonces no puedo pedir a nadie más que lo haga.

Hay otros momentos en que tengo las ideas muy claras, pero no consigo hacerme entender. Pero da igual, yo sigo empeñada, porque la vida está para hacer cosas, no para explicarlas antes de hacerlas y contarlas después de hechas.

A veces me gustaría que la gente de alrededor no intente complicarme tanto la vida, si yo no recuerdo haberme metido con nadie. Que no hablen sin saber, sin conocer. Ni hacerse pajas mentales conmigo, con lo que hago o dejo de hacer. Que cada uno en su casa, Dios en la de todos. Que cada perrico lama su pijico. Y que no vean fantasmas donde no los hay. Que la vida no es complicada, nos la complicamos.

martes, 24 de agosto de 2010

La MALA memoria

Tan difícil de explicar... Tan complicado como tratar de ser feliz. Tan complejo como un pensamiento que nace y de repente se pierde sin saber dónde ha ido, sin saber si volverá. Tan enigmático como un recuerdo turbio. Se hace complicado explicar algunos hechos simple, tan sólo, porque cuesta trabajo recordar algunas palabras. La sensación de cansancio mental al final del día crea una angustia aterradora.

un GENIO no valorado en Alhama

El paso de los años es un crimen en algunas personas. Hay quienes no deberían envejecer nunca, ni ver mermadas sus facultades mentales y físicas.
Una persona como él, capaz de inventar su propio vocabulario y hacer que lo demás lo entendamos, no debería ser consciente del deterioro físico de sus muchos años.
Debería darse cuenta de lo que disfrutamos de su compañía, de su ironía, de su buen humor. No estar preocupado por sus 'achaques'.
Un escritor fructífero y aplicado. Un ejemplo de voluntad y ganas. Y de otras cosas que quedan entre él y yo.
Verlo y charlar con él ha sido lo mejor de esta mañana.

viernes, 20 de agosto de 2010

haciendo la maleta

Lo peor de viajar es el momento de tener que hacer las maletas para volver.
Exprimo mis últimas horas de este viaje.
Este viaje se acaba.
¡Pero las vacaciones continúan!

martes, 17 de agosto de 2010

sueños goteando

'Viviré día a día' Jonh Rambo


Nunca llueve eternamente.

viernes, 13 de agosto de 2010

¿yo?

'¿Qué diferencias químicas habrá entre las lágrimas de alegría y las de tristeza...? Quizás las de tristeza sean más saladas, por eso nos arden los ojos al llorar.'
José Saramago, El año de la muerte de Ricardo Reis

¿Qué paso ayer?

Yo hablando de sentimientos,
yo sin saber qué decir,
yo sin saber explicarme,
yo sintiendo cosas sin entender,
yo vomitando mierda,
yo pidiendo estar sola,
yo escurriéndome de un abrazo,
yo cocinando porque me relaja,
yo planchando, un tiempo muerto que sirve para pensar
yo viendo una de Charles Chaplin porque es un seguro cuando quiero reir,
yo viendo los Simpsons para no pensar,
yo oyendo 'Los Buenos' por escuchar que sólo quedamos tú y yo
yo riendo al pensar en los monólogos de Caye, 'mi princesa', que nunca se acostaría con un negro por un rollo de pigmentos
yo haciendo la lista de la compra (y una canción para un cupón de los ciegos...)
yo queriendo despertar de ese día eterno
yo durmiendo, por fin

¿Pasó realmente?

jueves, 12 de agosto de 2010

errores? no, experiencias

'sin llegar a comprender ni un segundo de tu voz, me resigno a contemplar la forma de mover tus manos'
Elefantes

La culpa nos esclaviza.

Pero tú eres libre.

Recuérdalo siempre.

martes, 10 de agosto de 2010

porque sí y punto

besar porque sí
abrazar porque sí
querer porque sí
reír porque sí

¿Por qué hay quien necesita un motivo para todo?

El hecho de no tener motivos para hacerlo es el mejor motivo para hacerlo ¿no?

Las cosas porque sí salen del alma.

domingo, 8 de agosto de 2010

mis cartas son ganadoras, siempre lo han sido


‘me gustaría poder hacerte feliz. Coger tus sueños y llevárselos al mar, o echarlos a volar… y verte sonreír…’ Elefantes

Por ti sería un payaso. Un enano. Un monologista. Un cuentacuentos, el alma de las fiestas. Haría todo por verte sonreír. Por conseguir echar de tu cara la mirada triste, expulsar la sonrisa torcida, borrar de tu mente los malos pensamientos, los miedos…
Por una carcajada tuya, sería capaz de volver a subirme a hacer el ridículo a un Karaoke. Volver a estudiar matemáticas, con lo que las odio. Volver a cortarme el pelo al cero, con lo fea que estaba, lo mal que me sienta.
Me puede cuando bajas la mirada. Cuando te quieres reír de lo que te pone triste, pero no te sale más que una mueca.
Me puede no poder hablar contigo de todo lo que necesitas hablar.
Me pueden las cosas que no tienen solución. Me puede la resignación. Las frases como ‘las cosas son así’, ‘no se puede hacer nada’. Me pueden los hijoputas con suerte y que a las buenas personas a veces parece que ‘las ha mirado un tuerto’.
Me puede tener miedo y no saber a qué, porque siempre es a algo que se escapa a mi control.
Miedo a perder.
A perderte.
Miedo a querer.
A quererte.

No sé. Supongo que hoy he dormido mucho. Y ayer también. No hay nada más peligroso que una mente descansada. Porque se despierta al cien por cien, y entonces no para de pensar en la hora del final, del final de todo. A plantearse el sentido de las cosas. Y querer parar de pensar porque la respuesta no le gusta, pero no poder parar de pensar en por qué, para qué, qué sentido tiene esto…
Porque a veces la vida toma un camino del que no terminamos por estar convencidos, pero la corriente… nos arrastra como a peces muertos, que diría Machado. Y seguimos por él. Porque a veces salirse es lo más difícil, y para estar tranquilos unos días, unos meses… lo mejor es seguir la dinámica para que la máquina funcione a la perfección… el mecanismo del mundo no es tan complejo, me digo. A la gente parece que se le da bien esto de vivir. Fíjate bien. Sólo necesitas fachadas. Sí, eso puedo hacerlo. Soy una gran actriz… por eso hay quien me cae como el culo y creen que no puedo vivir sin ellos… si…. La vida tiene su truco. Solo tengo que cogérselo. Después todo irá rodado. Será cuestión de coger práctica. Observa todo, me digo. Sonríe. Calla. Olvida la sinceridad, no gusta, no está bien vista, no es nada práctica. Manda a la mierda a los capullos pero solo por dentro, para ti, pero a ellos sonríeles, con el dineral que te ha costado tener esa sonrisa… Sí. Amortízala. Ábrete puertas con ellas.
No te compliques la vida, Marta, me digo. Pero no me escucho.
Mis cartas son ganadoras. Siempre lo han sido. Como dice mi Dios ‘o estás conmigo o te vas de aquí’. La partida aún no ha acabado. Y acabaré venciendo a todo y a todos.
Porque yo lo valgo.


(Voy a publicar esto antes de releerlo, porque si no puede que me arrepienta y lo deje a salvo de juicios en mi pen drive, como he hecho tantas otras veces)

sábado, 7 de agosto de 2010

los sueños, sueños son

'Ves cosas y dices ¿por qué? Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo: ¿por qué no?'
George Bernard Shaw

Lo alcanzaré.
Los sueños están para eso... para ser alcanzados.
No se acaban nunca. Conseguimos 'algo' y queremos 'algo' más.
Los sueños están para hacer que nos movamos.
Para que un picor en la barriga no nos deje dormirnos.
Los sueños son lo mejor que tenemos,
porque nos hacen seguir adelante.

Hay tanta gente que no sueña... me dan tanta pena.
Gente que ya ha llegado, con veinte años, a su máxima aspiración.

La gente sin sueños ya está muerta antes de morir.

viernes, 6 de agosto de 2010

AGOSTO

“Se puede sentir melancolía por algo que aún no te ha pasado? A mí me pasa a veces, (‘Caye’, Princesas).


Agosto es un mal mes para estar de vacaciones. Igual amanece nublado, que con un sol imposible de mirar de frente. Es un mes en el que no sólo estás tú de vacaciones, sino la mitad de tu pueblo. Por ello, tú, con toda la buena intención de aprovechar tus vacaciones, decides quedar un día para ir a desayunar. O para tomar un café. Una tapa. Y qué contrariedad cuando llegas a todos tus lugares habituales y das de frente con el cartel de “cerrado por vacaciones”. Sí. Algo malo tenía que tener vivir en un pueblo como Alhama.


Agosto. Viajar es más caro. Hace más calor. Las rebajas están tan pasadas que es difícil encontrar algo decente, pese a tener una talla corriente.

Agosto es un mes de transición. Comienza con la efusividad de “voy a disfrutar del verano” y acaba con la melancolía de que septiembre está tan cerca, la Feria de Murcia como fin del estío.

Pese a todo, yo, que aún me falta una semana para mis vacaciones, pienso disfrutarlas al máximo. Sin melancolía. Hago sol o llueva. Porque lo mejor de las vacaciones es la ilusión mientras las esperas, y los buenos recuerdos cuando ya han pasado.