Jaime Abellán (mi querido JAM)
Tenía previsto que iba a ser así, sin embargo, no quería que lo fuera. Noté en la barriga un mal presagio, un presentimiento que me decía que la respuesta sería mala, la noticia pésima.
Lo sabía.
Preveí lo peor y no me equivoqué.
Como me hubiera gustado equivocarme.
Aquí es cuando uno se da cuenta de lo importante de la palabra y de su trascendencia en el tiempo. ;D
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