lunes, 27 de septiembre de 2010

tengo mil días guardados aquí para esperarte

No tiene sentido desde hace mucho tiempo.
Lo siento, pero es lo que siento.

Confiar... sí, confiar en las personas.
Es mi credo y redención.
Pero a veces la confianza se agota, ya no puedes esperar más un cambio, una mejora, un paso adelante.

Paciencia... tengo mucha. Muchísima.
Pero para tí, quizás no sea suficiente.

También podría decirme que el problema soy yo,
mi incapacidad para entenderte.
Pero no, es más fácil echar la culpa al otro.
Me disfrazo de cinismo y me repito que sí,
que la culpa es tuya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario